La
noticia de La Verdad, en la víspera del Bando la Huerta, es la última
concreción del servilismo del Valcárcel al Gobierno Central a costa de la
dignidad y las vidas de los habitantes de Murcia.
La noticia tira por la borda décadas de lucha
ciudadana por la modernización del ferrocarril en la Región y su capital,
dividida en dos por el tendido ferroviario, porque el Gobierno de Valcárcel los
ha ignorado antes y ahora los traiciona; de ser ciertas las palabras que el
periodista pone en boca del Presidente y las decisiones que éste parece haber tomado,
por su cuenta, estaríamos ante una auténtica cacicada, ateniéndonos a
la definición del Diccionario: acción de ejercer el poder de manera
arbitraria y abusiva.
Porque arbitraria y abusiva es la decisión
que se toma pasando por encima: de décadas de trabajo y lucha vecinal; del Convenio
de 2006 firmado por Fomento, Comunidad y Ayuntamiento, obligando al primero
a sufragar parte de los gastos; del Plan
Especial Estación del Carmen, modificación del PGOU de Murcia, que en 2009
adoptó la Corporación Municipal de Murcia para desarrollar aquel convenio y solucionar
la falta de desarrollo y conexión con el sur de la ciudad, donde vive el 30,8%
de la población del municipio. Acción ligada forzosamente al soterramiento de
las vías y la nueva estación en El Carmen que supondría el desarrollo de
nuestros barrios anulando esa cicatriz que ha venido dividiendo la ciudad, y
que permitiría una gestión eficiente del transportes público con la construcción
de la nueva estación intermodal que terminaría con los problemas de conectividad que viene
afrontando el transporte público regional. Con la renuncia a éste, Murcia
quedará sin la posibilidad que el
tranvía pase al sur de la ciudad: Aljucer, El Palmar, Hospital Arrixaca, Polígono
Industrial… Valcárcel nos propone una estación de pueblo y renuncia a una
verdadera modernización del ferrocarril que solucione los problemas de
transporte de la séptima ciudad de España. Por último, pasa por encima de
los acuerdos tomados por unanimidad por el Ayuntamiento de Murcia en Octubre 2012 para
exigir el cumplimiento del Convenio de 2006, que la Comunidad Autónoma y
Valcárcel han ninguneado, negándose
a pedir a Fomento su cumplimiento desde el Parlamento Regional y no lo ha hecho
-tan murciano y tan combativo cuando gobernaban otros- porque la Ministra de Fomento es de su partido y a ella y a su
secretaria general, Cospedal, ha de
ser sumiso y dócil si no quiere ver peligrar el puesto en Bruselas que tanto
anhela.
No es cuestión de dinero, porque sabe Valcárcel que, aunque con ciertas
restricciones, Fomento mantiene sus planes de inversión
ferroviaria en otros lares: Alicante, León o, recientemente, Granada donde se
va a soterrar. No es cuestión de dinero,
porque si esa fuera la razón aceptaría y apoyaría la opción de Beniel, con una
estación recién inaugurada, adaptada
a la Alta Velocidad, como estación provisional para el AVE a Murcia, tan sólo a
unos minutos en lanzadera-cercanías.
Finalmente,
supone algo mucho más grave: tratar de echar tierra sobre una tema que no
quiere abordar para no molestar al Gobierno Central: la llegada del Corredor
Mediterráneo, con trenes AVE y de mercancías –muchas de ellas peligrosas- que
desde Andalucía y Cartagena se dirigirán hacia la frontera francesa con una estación en Los Dolores, pero a
través de la ciudad de Murcia, por el mismo trazado actual, por en medio de
nuestros barrios, en plena capital de la Región, sin haber previsto una circunvalación que él mismo,
en 2003, usaba como escudo para no apoyar
el soterramiento de las vías en Murcia que esta Plataforma pedía: el famoso “corredor
del Reguerón previsto en PGOU de Murcia” que desde Alcantarilla a Los
Dolores evitaría atravesar la ciudad con una estación terminal soterrada en El Carmen. Corredor demandado hoy
por FERMED y por el Colegio de
Ingenieros de Caminos
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